En esta entrada nos vamos a centrar en la actividad planteada en el aula, la cual consiste en recorrer el Campus Viriato buscando sitios y símbolos de poder.
Para ello hemos utilizado tanto aparatos electrónicos (véase móviles, ordenadores u otros dispositivos) como el cuaderno de exploración con el fin de caricaturizar aquellas zonas de especial relevancia en nuestra exploración.
A continuación, destacaré alguna de las que me resultan más interesantes:
1. Despacho del Director de la Escuela de Magisterio: Lugar con mayor prestigio dentro de la Escuela, en el cual se toman decisiones trascendentales para el devenir de nuestra formación como maestro.
2. Biblioteca: Lugar de consulta y de lectura en el cual hay libros que solo pueden ser utilizados por los profesores.
3. Despacho del profesor: Lugar donde el profesor complementa las horas docentes y al cual suelen acudir los alumnos en horas de tutoría y revisión de exámenes (entre otras).
Estos 3 espacios tan solo son unos más de la gran cantidad que abunda en las Universidades y Escuelas de Grado. Estos espacios resultan demasiado privados y anclados a una protección desmesurada de la privacidad del docente y de personas con puestos más relevantes en lo que a la escuela se refiere.
Puedo entender que tanto el profesor como los diferentes componentes que forman la Educación necesiten su propio espacio en el que puedan trabajar tras salir de clase u organizar el día a día de la coordinación, pero esta situación no hace sino que acrecentar el poder vertical en la Educación, restringiendo la entrada a estas zonas a los alumnos. Donde me gustaría llegar es a un marco en el que el poder horizontal prime, donde los alumnos tengan acceso a los despachos siempre que quieran, con el fin de colaborar con el profesor. Esto se puede llevar a cabo mediante asambleas o mediante reparto de tareas semanales. Así conseguiremos principalmente dos cosas: acortar los tiempos de búsqueda de material por parte del profesor, y lo más importante: UN APRENDIZAJE CONJUNTO y RECÍPROCO.
Puedo entender que tanto el profesor como los diferentes componentes que forman la Educación necesiten su propio espacio en el que puedan trabajar tras salir de clase u organizar el día a día de la coordinación, pero esta situación no hace sino que acrecentar el poder vertical en la Educación, restringiendo la entrada a estas zonas a los alumnos. Donde me gustaría llegar es a un marco en el que el poder horizontal prime, donde los alumnos tengan acceso a los despachos siempre que quieran, con el fin de colaborar con el profesor. Esto se puede llevar a cabo mediante asambleas o mediante reparto de tareas semanales. Así conseguiremos principalmente dos cosas: acortar los tiempos de búsqueda de material por parte del profesor, y lo más importante: UN APRENDIZAJE CONJUNTO y RECÍPROCO.